EL MAÍZ
El maíz fue una de las especies importadas a Europa tras el descubrimiento de América.
En
Galicia y en la cornisa Cantábrica el maíz se adaptó muy bien a la climatología y dado el alto rendimiento de estos cultivos su explotación se fue extendiendo hacia toda Europa. Esta temprana adopción, muy probablemente, fue debida a su semejanza con los cereales europeos, a diferencia de otras plantas, como la patata, que eran más extrañas y
siglo XIX.
hasta sospechosas. Sin embargo no fue importante para la alimentación de los europeos hasta bien entrado el
Podemos decir que el cultivo del maíz fue causa y consecuencia de la Revolución industrial en la agricultura: el maíz aumentó el rendimiento de la superficie cultivada y permitió la estabulación de los animales, que empezaron a ser alimentados con piensos, mientras producían el estiércol necesario para abonar los cultivos.
Partes del maíz
Raíz
La planta tiene dos tipos de
raíz, las primarias son fibrosas, presentando además raíces adventicias, que nacen en los primeros nudos por encima de la superficie del suelo, ambas tienen la misión de mantener a la planta erecta,
5 sin embargo, por su gran masa de raíces superficiales, es susceptible a la
sequía, intolerancia a suelos deficientes en nutrientes, y a caídas de grandes vientos (
acame).
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Tallo
El
tallo está compuesto a su vez por tres capas: una
epidermis exterior, impermeable y transparente, una
pared por donde circulan las sustancias alimenticias y una
médula de tejido esponjoso y blanco donde almacena reservas alimenticias, en especial azúcares.
Hojas
Las
hojas toman una forma alargada íntimamente arrollada al tallo, del cual nacen las espigas o
mazorcas. Cada mazorca consiste en un tronco u
olote que está cubierta por filas de granos, la parte comestible de la planta, cuyo número puede variar entre ocho y treinta.
Granos
En la mazorca, cada grano o semilla es un fruto independiente llamado
cariópside que está insertado en el raquis cilíndrico u
olote; la cantidad de grano producido por mazorca está limitada por el número de granos por hilera y de hileras por mazorca.